Una Más para compartir ¿El qué? Pues Muchas Cosas y Variadas:. Pensamientos, inquietudes, gustos, aficiones, alegrías, y también tristezas. ¿Lo que más llena mi mente en estos momentos? Que quiero ser madre, y para mí como para tantas otras, es una tarea algo más compleja. Pero aparte de esto, hay más, porque la vida se compone de muchas cosas, y yo soy una mujer más en ella, eso sí, Única Como Cada Un@...
17 de abril de 2012
Una vez más la Felicidad...
Paseando por los vínculos de a la web en mi vieja carpeta de favoritos de mi pc me encontré con este texto que un día, guarde al parecerme real, hermoso, inspirador...
Cuenta la leyenda que un hombre oyó decir que la felicidad era un tesoro. A
partir de aquel instante comenzó a buscarla. Primero se aventuró por el placer
y por todo lo sensual, luego por el poder y la riqueza, después por la fama y la
gloria, y así fue recorriendo el mundo del orgullo, del saber, de los viajes,
del trabajo, del ocio y de todo cuanto estaba al alcance de su mano.
En un recodo del camino vio un letrero que decía: "Le quedan dos meses de vida
"
Aquel hombre, cansado y desgastado por los sinsabores de la vida se dijo: "Estos
dos meses los dedicaré a compartir todo lo que tengo de experiencia, de saber y
de vida con las personas que me rodean."
Y aquel buscador infatigable de la felicidad, sólo al final de sus días,
encontró que en su interior, en lo que podía compartir, en el tiempo que le
dedicaba a los demás, en la renuncia que hacía de sí mismo por servir, estaba el
tesoro que tanto había deseado.
Comprendió que para ser feliz se necesita amar; aceptar la vida como viene;
disfrutar de lo pequeño y de lo grande; conocerse a sí mismo y aceptarse así
como se es; sentirse querido y valorado, pero también querer y valorar; tener
razones para vivir y esperar y también razones para morir y descansar.
Entendió que la felicidad brota en el corazón, con el rocío del cariño, la
ternura y la comprensión. Que son instantes y momentos de plenitud y bienestar;
que está unida y ligada a la forma de ver a la gente y de relacionarse con ella;
que siempre está de salida y que para tenerla hay que gozar de paz interior.
Finalmente descubrió que cada edad tiene su propia medida de felicidad y que
sólo Dios es la fuente suprema de la alegría, por ser ÉL: amor, bondad,
reconciliación, perdón y donación total.
Y en su mente recordó aquella sentencia que dice: "Cuánto gozamos con lo poco
que tenemos y cuánto sufrimos por lo mucho que anhelamos."
Ser Feliz, es una actitud.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Completamente de acuerdo en que ser feliz es una actitud.
ResponderEliminarDicen los budistas (y estoy de acuerdo con ellos) en que la infelicidad te la da el deseo. Cuantas más cosas deseas, más infeliz eres porque nunca te sientes completo. Un besote.
Pues no les falta razón a los budistas.
EliminarSi realmente la felicidad es una actitud hay que trabajarla ; )
Besos.
Claro que sí, ¡hay que ser feliz por elección! :)
ResponderEliminarPues eso elijo jejeje ;)
EliminarBesos